¡Hola de nuevo, un cálido saludo!
En la presentación mencionaba el termino japonés Ikigai, y me parece oportuno ampliar y comentar sobre este tema.
Dedicar la vida a algo que nos guste, se nos de bien, sea útil o necesario en nuestra comunidad/sociedad, y sea recompensado de manera adecuada y justa. (Al final pondré un par de referencias web).
El sentido vital de lo cotidiano. Es quizás, una actitud. Una busqueda, una aceptación, y un deseo de trascender. El autor japonés, Kobayashi, Tsukasa escribia en el titulo de un artículo suyo allá por 1990, "Ikigai: el proceso de permitir que las posibilidades de uno mismo florezcan" (en mi opinión muy acertado e inspirador este hombre. No he podido encontrar el artículo (en 1990, apenas había internet, y no se leer japonés...).
Mi difunto padre decía "centrate en que te guste lo que haces en vez de hacer lo que te gusta". Posiblemente hubiese sido pintor, fotógrafo o diseñador gráfico, o herborista, pero era bueno en su trabajo, le gustaba lo que hacía, era útil a la sociedad y su salario le permitió junto con la dedicación en el hogar de su esposa, criar y mantener a 5 hijos, y vivir de manera sobria pero sin apreturas. Era ingeniero técnico eléctrico, viajó por toda España, y también por America y Africa. Quizás fue su manera de encontrar su Ikigai, que por cierto nunca buscó. Creo que supo aceptar su vida, y tuvo suerte.
Yo no veo nada malo en pretender trabajar en algo que me guste, aunque en algunos momentos viva duras incertidumbres materiales. Tampoco tengo grandes obligaciones económicas ni familia que dependa directamente de mi. Mi Ikigai va relacionado con los servicios de desarrollo personal (incluido educativo y deportivo), y debo decir que he saboreado bonitos momentos de gran alegria y certeza de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, aunque también entretiempos de aridez laboral.
Pretendo explicar, que, en mi opinión, Ikigai es más una actitud personal, de interpretar y buscar sentido a la vida desde una perspectiva de equilibrio entre varios factores. Aquí tenía que llegar 😁.
Armonizar diferentes aspectos vitales en cada momento vital presente, dejándose guiar por el corazón (intuición), ya sea barajando los 4 aspectos del diagrama (gusto, capacidades, recompensa laboral, utilidad social), o más aspectos, o menos, u otros... Y asumir la posibilidad de que la aceptación temporal de determinadas situaciones puede ser (o no, eso se descubre escuchando al corazón, y con el tiempo) parte de un camino adecuado hacia un Ikigai propio.
Invito a explorar la posibilidad de que sea interesante y útil, identificar desde el corazón (como conexión superior, o como simple sensación según las metáforas y creencias de cada cual) esos aspectos y momentos vitales propios , y experimentar hasta encontrar ese equilibrio, armonía, felicidad,... o como dicen en Japón, Ikigai.
No digo que sea fácil, hay condicionamientos variados (sirva de referencia la piramide de Maslow), por ejemplo el balance personal prudencia/miedo (a la pobreza, a la soledad, al que dirán, al fracaso,...), autoestima/ego (nadie me ganará, soy el mejor, quiero el éxito...), o simplemente, el acicate de tener que llegar a fin de mes (fenómeno que nuestra mente actualmente asocia con "sobrevivir", y que suele generar miedo a la incertidumbre).
Miedo, ego, instinto básico de supervivencia, etc., que durante generaciones han sido quizás, una necesaria y poderosa herramienta de supervivencia, pero que también, quizás hoy, deban ceder o compartir su posición con otras herramientas, por ejemplo la aceptación o el valor.
Me parece importante tener en cuenta que, el Ikigai:
- Es personal e interior, no puede referenciarse a convenios o circunstancias sociales, ni apariencias.*
- Puede evolucionar con cada un@ y sus circunstancias.
- En la madurez, puede haber llegado después de un camino con más o menos baches.
- Si se trabaja de manera adecuada, puede ser hito y peldaño para otros pasos trascendentales.
* Yo creo que se puede alcanzar el Ikigai siendo un "rico" y famoso futbolista o un desconocido y "modesto" currela. E igualmente se puede perder... o necesitar evolucionarlo.
Este tipo de disquisiciones son algunas de las que tengo en mente durante mis labores docentes, de enseñanza o deportivas, adaptadas al contexto y cada alumn@ (según vamos interaccionando y conociéndonos).
¡Un abrazo!
Referencias web: